Muy interesante el artículo publicado por Vanessa Fox, aunque del que, personalmente, difiero en algunos aspectos.
Básicamente el artículo resume dos cosas… por un lado, que para que un sitio esté optimizado, se debe navegar y comprender por un ser humano si al navegador le decimos que no se muestren las imágenes, es decir, que no se usen en los menús de navegación y similares; por otro lado explica cómo optimizar las imágenes para Google.
Con respecto al primer punto estoy totalmente de acuerdo… un sitio no ha de funcionar a base de imágenes… por el segundo punto, no estoy de acuerdo al 100%. Sí que es cierto que se tiene en cuenta el nombre de la imagen, el «alt» y el texto de los alrededores, pero no sé si voluntariamente, no ha recordado que el «alt» son las palabras alternativas y el «title» el texto que define, que explica, el contenido de la imagen.
¿Por qué digo esto? Muy simple, yo siempre he sido partidario de que la imagen tenga un nombre legible, pero que el «alt» diga, en una o dos palabras, lo que es la imagen, es decir, que prácticamente el nombre del fichero y el «alt» sean iguales. Por otro lado, el «title» de la imagen tendrá una muy breve explicación del contenido. Eso sí, no nos olvidemos que el texto que «rodea» la imagen también se tiene en cuenta, es decir, el contexto en el que encontramos la imagen hará que también sirva para variar esa posibilidad entre salir primero o segundo en los resultados de búsqueda.