Últimamente están apareciendo algunos estudios sobre virtualización y computación «en la nube», es decir, dejar de operar en una máquina en concreto para operar en un conjunto sin necesidad de saber tan siquiera qué maquina está procesando.
En el caso de Google, se ha construido un sistema optimizado que va desde un hardware de bajo coste pero con una escalabilidad de infraestructura elevada que permite a su vez una escalabilidad del software.
Infraestructura de hardware
El hardware se basa en los componentes, y teniendo en cuenta que se sirve a millones de usuarios, esta infraestructura se ha tenido que escalar de forma muy eficiente: diseño del servidor, eficiencia energética y escalabilidad de operaciones.
Habitualmente la escalabilidad en empresas privadas es la de tener un servidor y dividirlo en muchos, aumentando la eficiencia… pero en laso de Google es todo lo contrario, ya que lo que se hace es tener una gran cantidad de ordenadores de bajo coste que, unidos, dan una gran potencia. En el caso de que el hardware falle, simplemente se mueve la información a otra máquina y, en tal caso, se repara la actual para que siga funcionando en la red. Además, los sistemas son habitualmente 1/4 parte de lo que habitualmente se instala en grandes sistemas, de forma que el coste se reduce hasta 8 veces con respecto a las potentes.
La eficacia de uso de energía (Power Usage Effectiveness – PUE) es un estándar de la industria para medir la eficiencia de un centro de datos. En la actualidad Google se encuentra por debajo de la media que se espera que se utilice en 2011, de forma que los centros de datos consumen lo que está previsto que sea el estándar a tres años vista.
Infraestructura de software
Un elemento que diferencia a Google App del resto es que, aunque se utilizan algunas aplicaciones propias del sistema, como la base de datos, esta se puede escalar de una forma sencilla ya que está preparada para eso, al igual que hace el buscador.
Un gran ejemplo de software de infraestructura es la asamblea celebrada por el Presidente Obama en el que la Casa Blanca pudo escala inmediatamente su base de datos para permitir más de 100.000 preguntas y 3,5 millones de votos, sin preocuparse por la gestión de la infraestructura, ya que esta se adaptaba a la demanda de forma más o menos automática.
Aplicaciones
Las aplicaciones pueden crecer de una forma sencilla en base a la distribución que se le quiera dar. Un ejemplo sería el correo de Microsoft Exchange o el de Gmail, donde, en el primer caso no está previsto el crecimiento a más máquinas, pero el segundo sí, y de una forma automática.
Innovación
Un detalle interesante es que al no haber una preocupación por la infraestructura, tampoco la ha de haber por las necesidades, de forma que los servicios pueden ir creciendo en funcionalidades sin que el usuario tenga necesidad de dedicar tiempo y esfuerzo a su mejora. De esta forma el usuario sólo ha de centrarse en hacer crecer y evolucionar su producto sin tener que pensar en los problemas técnicos que pueda haber si el servicio crece muy rápidamente.